Como profesionales de la salud siempre estamos en busca continua del bienestar de la población, por lo que una constante en nuestra práctica diaria debería ser el aprendizaje continuo, la mejora en nuestras estrategias de atención e intervención al paciente y el estar informados respecto a lo que está afectando a la población que nos rodea; en el día a día lidiamos con problemáticas de salud que cada vez se repiten más y se vuelven una tendencia en los centros de atención, dando como ejemplo en este caso como la osteoartritis (OA), afectando a 302 millones de personas alrededor del mundo, cifras que resultan alarmantes, resaltando la importancia de poner manos en acción.
¿Afecta la calidad de vida de mis pacientes?
Además de ser evidente la afectación en las estructuras ( cadera artrítica ), entre la degradación del cartílago, la remodelación ósea, la formación de osteofitos, inflamación sinovial; dando todos estos síntomas la manifestación de sintomas dolorosos durante la actividad, rigidez en inactividad, perdida de la función, lo cual en algún momento será un detonante para afectar la calidad de vida de quien lo padece. Cuando nos referimos a afectación de la calidad de vida, deberíamos entender y especificar que no solo se afecta la forma en que el paciente realiza ejercicio, además afecta su entorno psicosocial, su integración al medio que le rodea, haciendo evidentes las barreras arquitectónicas de su localidad, dando como resultado la disminución de las actividades en general del paciente, no solo físicas, tambien laborales, sociales y de recreación.
Un abordaje integral basado en la evidencia
Algo siempre mencionado y al mismo tiempo que se pasa por alto, es el hecho de que para un correcto tratamiento deberá considerarse diferentes abordajes, tanto el farmacológico, el quirúrgico y el no farmacológico. Es indispensable objetivar el plan de tratamiento, destacando en primera instancia la disminución del dolor y reducción de la rigidez, asi como la mejora de la movilidad de la articulación. Tomando en cuenta esto podremos encontrar un sinfín de tratamientos posibles, la mejor opción deberá ser elegida por un profesional que tome en cuenta el avance en la condición del paciente, el estado general y la historia médica de este y considerar las expectativas del paciente acorde a la evolución.
Por lo que encontraremos opciones desde el ejercicio físico, hidroterapia, implementación de agentes físico como la electroterapia, hasta la pérdida de peso.
Partiendo de esto deberemos considerar que existen guías de práctica clínica que recopila y sustenta en la evidencia los tratamientos con mejor grado de confiabilidad. Para esta patología en particular existe una guía del American College of Rheumatology, la cual nos dice que prácticas como el Tai-chi, la pérdida de peso, programas de autocuidado y el Cane, resultan altamente recomendados en el tratamiento de cadera artrítica; y destaca tambien la poca o nula recomendación de estrategias como TENS, modificación en el calzado y masoterapia como tratamientos propicios para estos pacientes.
Terapias recomendadas y no recomendadas, según la guía de práctica clínica del American college of Rheumatology. Arthritis Care & ResearchVol. 72, No. 2, February 2020, pp 149–162DOI 10.1002/acr.24131© 2020, American College of Rheumatology.
Ejercicio terapéutico en OA
Como una de las estrategias con mayor recomendación y confiabilidad, durante el webinar se comenta que el ejercicio terapéutico puede y debería ser implementado en todos los pacientes con OA, siendo esto sustentado por el American College of Rheumatology.
Si bien es cierto esto, no existe un ejercicio en concreto que se recomiende como tal, hace referencia tal cual a un incremento en el ejercicio terapéutico para obtener todos los beneficios que trae consigo.
Las recomendaciones de ejercicio a los pacientes deben centrarse en las preferencias y el acceso del paciente, los cuales pueden ser barreras importantes a la participación
La combinación de factores como adoptar hábitos de ejercicio, control metabólico, reducción de peso y el uso adecuado de agentes físicos, como la termoterapia, electroterapia, hidroterapia, permiten una mejora significativa en los síntomas presentes en pacientes con cadera artrítica, dando atención a los objetivos planteados de forma inicial.
Optimiza la rehabilitación de tus pacientes y mejora significativamente su calidad de vida. Combina el uso de tecnología con enfoques terapéuticos personalizados.
