En la electroterapia, el uso de las corrientes interferenciales es una de las modalidades más utilizadas por los fisioterapeutas y/o médicos en rehabilitación, ya que es una corriente de mediana frecuencia que va desde los 2,500 – 10000 Hz, es una corriente bifásica sinusoidal, apolar, cuenta con dos ondas de polaridad contraria e igual amplitud.
Las corrientes interferenciales son caracterizadas por una alta capacidad de penetración en los tejidos, lo que genera una menor impedancia.
Los tipos de aplicación son técnicas bipolares, premoduladas y de manera tetrapolar.
Algunos de sus efectos fisiológicos es la transformación de la energía eléctrica en térmica por el efecto Joule, aún en el caso de que no se perciba por no alcanzar a estimular el umbral de los termo receptores, aumento del metabolismo, vasodilatación, licuefacción del ambiente intersticial, mejora el trofismo, efectos sensitivos, motores y energéticos.
Por todos los efectos fisiológicos anteriores, el uso de estas corrientes de mediana frecuencia son la favorita por elección en pacientes con patologías crónicas, ya que su actividad metabólica baja su pH, se convierte en ácido, la generación de calor disminuye, en su actividad vascular se convierte en vasoconstricción, en estados crónicos se vuelve un “empastamiento”, me encanta dar este ejemplo cuando hablamos de cronicidad. Imagínate un terreno árido, seco, sin agua, sin población, sin flora ni fauna. Este cuadro ilustrativo es lo mismo que pasa en un patología crónica, es por eso que el paciente presenta dolor al momento de realizar contracción, extensión, flexión (dependiendo el caso clínico).
En este tipo de pacientes, las corrientes interferenciales son excelente opción ya que principalmente hace el efecto de “licuefacción” o efecto batido, que es cuando dos o más frecuencias se cruzan en un punto y por ende tenemos cambios fisiologicos importantes, dando como un efecto analgésico y pseudoanestesia, favorece el retorno venoso y linfático.
Es muy útil para la relajación muscular ya sea en cualquiera de sus técnicas: estática dinámica y subacuática.
Los parámetros ideales para trabajar con las corrientes interferenciales.
- AMF Barrido: 80-120, 100-150 , 150-200 Hz.
- Portadora: 4,000 Hz-8,000 Hz (mientras más agudo el cuadro mayor debe de ser la portadora)
- Ciclo: continuo
- Intensidad: nivel ll (umbral sensitivo o sensitivo leve) y lll (sensitivo intenso)
- Tiempo: 10-15 min
- CC (corriente constante)
Nuestro objetivo principal de la corriente es la teoría de la compuerta y discreta liberación de endorfinas.
Contraindicaciones
- Roturas tisulares recientes si se aplican con efecto motor.
- Ulceras.
- Procesos inflamatorios agudos.
- Tromboflebitis.
- Procesos tumorales.
- Zonas que puedan afectar el proceso de gestación.
- Marcapasos.
- Cuidado con zonas de osteosíntesis.
Los pacientes con patologías musculoesqueléticas crónicas tienen pronósticos muy positivos en el uso correcto de corrientes interferenciales, acompañado de movilizaciones y ejercicio terapéutico.
Nos vemos en el siguiente blog.
LTF. Montserrat Aceves García.