En nuestro primer webinar de febrero tuvimos la oportunidad de aprender a detalle la correcta forma de abordar una de las patologías de rodilla más comunes en la consulta de rehabilitación. Profundizamos en las distintas opciones de manejo disponible para la osteoartrosis de rodilla, las distintas estrategias con que podemos contar para mejorar la atención y resultados hacia nuestros pacientes con gonartrosis.
Principal causa de dolor a nivel mundial
La osteoartrosis en rodilla, también conocida como gonartrosis es una de las principales causas de dolor y generadora de discapacidad a nivel mundial, la cual se caracteriza por un desgaste progresivo de todos los componentes articulares pero con mayor énfasis al cartílago hialino, el cual se desencadena por un desequilibrio mecánico o biológico y en algunos casos ambos; y que además involucra una alteración en la síntesis de degradación de la matriz articular.
Hallazgos durante la exploración…
En la guía de práctica clínica del IMSS sobre prevención, diagnóstico y tratamiento de rehabilitación en el adulto; se destaca la importancia de realizar una exploración física detallada desde el momento de la inspección global, no solo del sitio de lesión, hasta la evaluación de la postura global, donde se han encontrado asimetrías en hombros, desnivel pélvico y retropié pronado en un porcentaje alto de pacientes con gonartrosis. La evaluación de la marcha del paciente, así como el rango de movimiento, la fuerza y pruebas específicas, serán indispensables a considerar cuando de obtener la mayor cantidad de datos útiles del paciente se refiera.
Rehabilitación en función de la evaluación para gonartrosis:
Es importante determinar las características que presenta cada paciente, con lo que podremos desarrollar un correcto abordaje terapéutico y personalizado. Cuando determinamos de forma objetiva el grado de dolor del paciente, será más fácil identificar hacia donde deberá enfocarse el tratamiento, dicho así, si el paciente manifiesta en la escala del dolor un valor menor a 5, será posible que propongamos actividades de fortalecimiento específicas, por el contrario, si el paciente cataloga su dolor con un valor por encima del 5, dicho paciente no tolerará actividades con mucha carga, por lo que será fundamental encontrar el mejor tratamiento que recupere la calidad de vida y funcionalidad del paciente.
La orientación del paciente es fundamental, darle las herramientas para conocer el porqué de su padecimiento, ayuda a sensibilizar al paciente, darle a conocer los cambios que esta produce y como la mejora en sus hábitos puede mejorar su calidad de vida.
Un metaanálisis informó que la obesidad aumenta cinco veces el riesgo de desarrollar osteoartrosis y el sobrepeso aumenta el riesgo dos veces; dicho esto se ha visto una disminución del 50% del dolor una vez que el paciente genera una reducción de su peso corporal. Cada 500 gr de pérdida de peso elimina 1.8kg depresión en las rodillas, según un informe del instituto de seguridad y servicios sociales de los trabajadores del estado.
Para el manejo del dolor se recomienda el uso de agentes físicos, entre estos la electroterapia, ultrasonido y la oscilación electrostática, han mostrado mejores resultados en el abordaje de pacientes con osteoartrosis.
Se destaca por lo anterior, la importancia de una correcta intervención, desde el momento de la evaluación, interrogatorio e inspección, hasta el momento de la formulación adecuada del tratamiento terapéutico en nuestro paciente, donde se deberá incluir según las características del paciente los diferentes agentes físicos con mejor evidencia, incluir a su vez ejercicio terapéutico y abordar desde la educación al paciente, lo que potenciará mejores resultados.
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