En mi práctica como fisioterapeuta, he acompañado a muchos pacientes con lesiones nerviosas: condiciones que pueden limitar el movimiento, disminuir la fuerza y afectar profundamente la calidad de vida, como desarrollan su practica profesional, social y como estas pueden afectar desde un entorno anímico o emocional también. El abordaje fisioterapéutico, especialmente con el uso de agentes físicos, ha demostrado ser una herramienta poderosa en el proceso de recuperación.
¿Qué es una lesión nerviosa?
Las lesiones del sistema nervioso periférico pueden deberse a compresiones, traumatismos, cirugías o enfermedades. Algunas de las más comunes que trato en consulta incluyen neuropatías por atrapamiento, neuritis, parálisis postraumáticas o complicaciones tras fracturas.
Los síntomas suelen incluir:
- Dolor o ardor en la zona afectada
- Debilidad muscular
- Pérdida de sensibilidad
- Dificultad para mover una extremidad o segmento
En estos casos, el tratamiento fisioterapéutico no se limita a calmar el dolor. También buscamos favorecer la regeneración, preservar el trofismo muscular, evitar secuelas funcionales y reintegrarlo lo más pronto posible a sus actividades cotidianas.

Agentes físicos: aliados clave en la recuperación
En los últimos años, la fisioterapia ha incorporado tecnologías que potencían significativamente la recuperación de las lesiones nerviosas.
Entre las posibles opciones el láser de alta potencia ha marcado una diferencia notable, pues penetra profundamente, estimula la microcirculación y promueve la regeneración celular de manera más rápida, esto en parte por su efecto bioestimulante. Sin embargo, no es el único agente físico que ha demostrado ser una herramienta capaz de potenciar y estimular el sistema nervioso periférico, otra de las opciones en nuestro arsenal es la magnetoterapia de alta potencia con resultados favorables a nivel de la vaina de mielina.
Como fisioterapeuta también he encontrado un excelente aliado en las corrientes tipo FES, pues permiten aportar un feedback para nuestros pacientes, favoreciendo la reeducación del movimiento en el caso de secuelas que pueden ocasionarse por este tipo de lesiones.

Caso clínico:
Un ejemplo que siempre recuerdo es el de un paciente de 34 años con axonotmesis del nervio radial tras una fractura de húmero por accidente en moto. Presentaba caída de muñeca y pérdida de extensión de los dedos.
Comenzamos el tratamiento con estimulación eléctrica funcional (FES) para los músculos extensores, además de sesiones de láser terapéutico en la zona de lesión. Conforme avanzó, trabajamos con neurodinámia y ejercicios activos para restaurar la función.
Después de 6 semanas ya movía parcialmente la muñeca, y al tercer mes había recuperado completamente la movilidad. Hoy lleva una vida activa y ha vuelto a su trabajo sin limitaciones.
El valor de la fisioterapia en lesiones nerviosas:
Cada lesión nerviosa es diferente, pero todas requieren un enfoque integral, seguimiento cercano y paciencia. El uso de agentes físicos no es solo un complemento, sino una base sólida para acelerar y optimizar la recuperación.
Recuerda que la fisioterapia no solo trata síntomas; trabajamos para devolver la función y la confianza en el movimiento. Puedes conocer mas de nuestros blog y agentes físicos disponibles siguiéndonos en redes sociales o en Fisiolab academy.