La utilización de la presoterapia se generalizó desde los años 1950, esencialmente con efectos vasculares en la prevención de las flebo-trombosis y en el tratamiento de las insuficiencias venosas.
Es una técnica de tratamiento en la que se aplica una fuerza mecánica para incrementar la presión de los tejidos generando la acción similar a un drenaje linfático.
Los equipos de preso terapia de compresión neumática son sistemas no invasivos que proporciona una presión cíclica controlada estos sistemas funcionan con un compresor que, a través de una serie de mangueras, insufla aire a unas botas o mangas formadas en su interior por cámaras neumáticas escalonadas, separadas y en pocos equipos superpuestas, las cámaras superpuestas en este tipo de equipos son de gran función ya que con ellas se evita espacio muerto del área de tratamiento lo cual resulta eficaz ya no que no hay perdida de la continuación del retorno de las sustancias de desecho.
Los efectos fisiológicos que causa la presoterapia neumática intermitente en la recuperación muscular la hacen el tratamiento ideal para nuestros pacientes deportistas ya que logra que el sistema muscular obtenga una recuperación rápida para que pueda ser de nuevamente estimulado y con ella progresar a generar un nuevo proceso de adaptación.
Ayuda a prevenir lesiones musculares y ligamentosas al mejorar la estabilidad y el soporte de las articulaciones y disminuir la inflamación después del ejercicio.
La presoterapia neumática intermitente
Esto es especialmente beneficioso para deportes que implican saltos, giros y cambios bruscos de dirección.
Estimula el sistema linfático apoyando la eliminación de toxinas y desechos metabólicos producidos durante el ejercicio como es el caso del ácido láctico reduciendo la retención de líquidos y el dolor post entrenamiento.
Mejora la circulación sanguínea, lo que significa que más oxígeno y nutrientes pueden llegar a los tejidos y órganos del cuerpo.
Las sesiones de presoterapia suelen tener un tiempo de duración de 30 a 45 minutos y el número de ellas dependerá del diagnóstico dado por el profesional de salud recomienda para el paciente. Algunas recomendaciones para la elección de las mismas que comparto en mi experiencia.
Busca un sistema con cámaras superpuestas
La compresión en nuestras piernas debe estar entre los 80-100 mmHg sin embargo para asegurarte de que el equipo no sufrirá ningún daño por sobrecarga, es importante que pueda trabajar en rangos superiores, por ejemplo, hasta 200 o 250 mmHg.
Tu sistema de compresión neumática intermitente debe estar fabricado con materiales resistentes.
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A pesar de los beneficios para deportistas y no deportistas que quieren retornar de forma eficiente y rápida a su práctica deportiva al igual que cualquier otro tratamiento se deben tener en cuenta ciertas contraindicaciones en pacientes con trombosis venosa profunda, infecciones en alguna extremidad, cáncer, insuficiencia cardíaca, renal o cualquier otra patología en la cual el incremente del riego sanguíneo o linfático.
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