A propósito de estar celebrando el mes del amor, hablar de la influencia de los sentimientos y emociones que transmitimos a nuestros pacientes en terapia se ha vuelto relevante, incluso en algunos países recientemente se imparte el diplomado en Fisioterapia en Salud Mental, el cuál tiene como objetivo mejorar la salud de las personas con trastornos mentales y psicosomáticos, así como, trastornos musculo esqueléticos de larga duración y dolor crónico. Por lo tanto la forma en la que nos relacionamos con los pacientes, las emociones que transmitimos y cómo percibimos sus sensaciones son un factor determinante en los resultados que obtendremos en el proceso de rehabilitación.
La relación entre el fisioterapeuta y paciente se muestra como una buena herramienta terapéutica de apoyo para el logro de los objetivos y la satisfacción de las necesidades del paciente.
Existen variables que la gran mayoría de los pacientes describen como positivas y necesarias, por ejemplo las relaciones positivas son un elemento básico del bienestar biopsicosocial necesario para el nivel óptimo de salud. Las emociones que transmitamos al paciente son herramientas para impulsar las cualidades positivas que ayuden a contrarrestar las negativas que acompañan al proceso de enfermedad o lesión. Dentro de estas cualidades se encuentran el humor, la risa, la buena comunicación y la confianza, por mencionar algunas, por los efectos positivos que producen a nivel físico. Incorporarlos como habilidades terapéuticas puede ayudar a conseguir una mejor relación fisioterapeuta-paciente y favorecer el éxito de la intervención ya que una buena relación con el paciente facilitará la formación de una buena alianza terapéutica.
Pongamos todo nuestro amor en cada una de las sesiones de terapia con nuestros pacientes para favorecer el resultado final de este proceso.
Bibliografía:
José María Mateos Fernández. (2014). La influencia de las emociones positivas en la relación terapéutica: el humor y la risa. Reduca (Enfermería, Fisioterapia y Podología), 7, 1-34.